Si Madame de Pompadour viviera en los días de hoy, ¿qué vida tendría? Es a partir de esa fantasía acerca de la amante más famosa y brillante del rey de Francia Luis XV que el estilista Sandro Barros construye su colección otoño / invierno 2014, bautizada Jardin d'hiver. La marquesa trascendió su influencia más allá de la cama del rey: concedía audiencias en Versalles y muchas veces decidía los rumbos políticos de la nación, identificada con el estilo rococó, patrono de la literatura y de las artes decorativas y fan de arquitectura y jardinería. "Ella fue la madrina de la porcelana de Sèvres. Si estuviera entre nosotros, correría detrás de los artistas plásticos, frecuentaría las ferias de arte, no actuaría como un bibelón ", afirma Sandro.
La colección mezcla la feminidad de los motivos florales al universo de las artes plásticas, asuntos tan caros a la Marquesa. "Pensé en una mujer coleccionista, ávida por novedades y que frecuenta tanto las grandes subastas de Sotheby's y de Christie's como el Art Basel, Maastricht y el Shopping de los Antiguos en Copacabana", dice el estilista. La campaña, protagonizada por la modelo Carmelita, fue fotografiada por Pedro Campos en el taller del artista plástico Antonio Hélio Cabral, en São Paulo. "Estoy fascinado por el trabajo de Cabral desde hace muchos años. Él es un artista completo, excelente en todo lo que se propone, de la pintura a la escultura. Él me enseñó a identificar la tridimensionalidad de mis bordados, de mis colores, de mis materiales, desde un punto de vista artístico.
La colección tiene una profusión de flores en las estampas, en los bordados y en los encajes. "Me gusta la imagen de ese ambiente florido en un interior de una casa, de la alegría interna que se contrapone al frío exterior, de la paciencia y de la atención que un jardín de invierno exige, así como sucede en las piezas de la costura", dice Sandro.
Por primera vez, gran parte de la colección fue construida sin la estructura rígida del interior de la ropa. La silueta viene más ligera, fluida, confortable. Los monos del pre-fall reaparecen en la versión del smoking blanco y negro, con franjas de seda y ricamente bordados. "Apuesto a vestidos más cortos, más blandos, más sexy, hay varios cócteles para los muchos vernissages del año". Los colores salen del repertorio clásico de los beige, nudes, negros y blancos; se ve amarillo, púrpura, menta y rojo. Destaque para las muchas zibelines estampadas y el tule tridimensional con diseño de rosas gigantes.