Los vestuarios, los personajes, los colores, la delicadeza y la pasión del teatro Kabuki forman el punto de partida de la inspiración de la colección otoño / invierno 2015 del Atelier Sandro Barros, que será lanzada con brunch para prensa e invitados este jueves, 12 de marzo.
En un viaje reciente a Japón, Sandro se sumergió en diversos elementos de la cultura local que remiten su infancia en el interior de São Paulo. "La colonia japonesa es muy fuerte en mi ciudad natal y en mi propia familia. "Yo era tan fascinante por el país que empecé a estudiar japonés en la adolescencia", cuenta el estilista. Las recientes exposiciones sobre la grabadora Hokusai, éxito de público en el Grand Palais, de París, y Kimonos, en el Metropolitan de Nueva York, lo instigaron a centrarse aún más en el tema. "Japón es una cultura fascinante. Al mismo tiempo que actúa en la contemporaneidad en barrios como Ginza y Omotesando, en Tokio, preserva su historia milenaria en los templos de Kyoto y en el teatro Kabuki, que permanece abarrotado desde hace siglos.
Al mismo tiempo que evoca diferentes aspectos de la cultura japonesa, como los bambúes, los dragones, las geishas, las porcelanas Imari, las flores de cerezo, las hojas de momiji y los templos sintoístas, en forma de bordados preciosos en línea, cristales y cristales , las colecciones se refieren a Japón que se conecta al mundo después de la Era Meiji. "Pensé en la fiebre del japonismo de la segunda mitad del siglo XIX, que llevó a la moda occidental a liberar la silueta femenina. "Vale, Poiret y hasta Chanel fueron influenciados por ese movimiento para abolir los corsetos y dejar a las mujeres con más libertad de movimiento", dice Sandro. Hasta los tatuajes de Yakuza, la temida mafia japonesa, y los grafitos de los muros de Harajuku y Roppongi, barrios con huella más calle de Tokio, están presentes. "Los tatuajes beben totalmente en la fuente del teatro Kabuki", cuenta el estilista.
Los tejidos clásicos de la alta costura como zibeline, mousseline, tule ilusione, organza, crepe y terciopelo dividen las araras con lamés oro, terciopelo devorés y encajes guipure y chantilly. Los tejidos estampados son exclusivos de cada modelo, garantizando el uso de una sola cliente. Los colores más trabajados fueron el rojo, marino, rosa claro, desnudo, dorado y la combinación azul con blanco, amarillo con turquesa y negro con blanco o con dorado.
La colección fue fotografiada por Peu Campos, el escenario fue creado con materiales Celina Dias, 100% eventos y Vic Meirelles. La modelo Debora Wagatsuma (Ford) fue maquillada por Jr Mendes y usó joyas Izabel Esteves, Silvia Furmanovich, Amsterdam Sauer y Ara Vartanian. Accesorios Alexandre Birman, Isla, Serpui Marie, Glorinha Paranaguá y Cris Senna completan el styling.